Los 15 mejores poemas sobre la vida que te harán reflexionar

Los 15 mejores poemas sobre la vida que te harán reflexionar

La vida tiene misterios que intentamos resolver. Su sentido, su belleza, su tragedia, su complejidad o su simpleza. Todos estos son temas predilectos en la poesía.

Son muchos los autores que han escrito poemas sobre la vida. Algunos desde una perspectiva trágica, otros desde una perspectiva esperanzadora. Lo cierto es que son muchos los poemas de la vida que valen la pena ser leídos y analizados.

Poemas sobre la vida de autores destacados

Aquí te mostramos 15 poemas sobre la vida escritos por autores hispanohablantes y anglohablantes. Encontrarás poemas sobre los misterios y la naturaleza de la existencia.



Poemas de la vida

1

Riesgo – Anais Nin

Y entonces llegó el día
en el que el riesgo 
de mantenerse atrapada
en el capullo
fue más doloroso
que el riesgo
que suponía
florecer.  



2

Uno – Shawnee Kellie

Una sonrisa puede crear una amistad,
Un apretón de manos puede elevar el alma;
Una estrella puede guiar un barco al mar,
Un vitoreo puede lograr un gol.

Un voto puede cambiar una nación,
Un rayo solar puede levantar una habitación,
Una sola vela borra la oscuridad,
Una carcajada conquista la tristeza.

Una mirada puede cambiar dos vidas;
Un beso puede hacer que el amor florezca
Con un paso se inicia cada viaje;
Con una palabra inicia cada orador;

Una esperanza puede elevar nuestros espíritus,
Un toque es capaz de mostrar que algo nos importa
Una voz puede hablar con sabiduría
Un corazón es capaz de saber la verdad.

Una vida puede hacer la diferencia,
Una vida somos tú y yo …



3

Y la vida – Francisco Pino

Y la vida, la vida es un instante
mas cual millones de mayos perdura,
cae pronto y se levanta
pronto. No es un olvido.

Quien ve amanecer ve lo bastante;
una luz, el rocío,
ese Dios que ahora calla
dentro. No es un olvido.

Un instante lo es todo si oscurece.
Quien ve oscurecer contempla como
la muerte de una rosa que no muere
nunca. No es un olvido,

es un rostro que ciego ve una flor.



4

Y, aún así, me levanto – Maya Angelou

Podrás escribirme en la historia
con tus mentiras amargas y torcidas,
Y podrás pisotearme en la misma mugre
pero aún así, como el polvo, me levantaré.

¿Mi descaro te perturba?
¿Te sientes perseguido por la tristeza,
porque camino como si tuviera pozos de petróleo
bombeando en mi sala?

Así como las lunas y los soles,
con la certeza de las olas,
así como la esperanza cuando salta alto,
aún así me levantaré. 

¿Querías verme rota?
¿Con la cabeza inclinada y los ojos caídos?
¿Con los hombros cayendo como lágrimas,
debilitados con mi llanto conmovedor?

¿Mi arrogancia te ha ofendido?
No te lo tomes a pecho si
me río como si fuera dueña de minas de oro
que cavo en mi propio patio trasero.

Podrás dispararme con tus palabras,
podrás cortarme con tus ojos,
podrás matarme con tu odio,
pero, aún así, como el aire, me levantaré.

¿Mi sensualidad te perturba?
¿Te sorprende que
baile como si tuviera diamantes
en donde mis muslos se encuentran?

De las chozas de vergüenza de la historia
me levanto.
Por encima del pasado arraigado de dolor
me levanto. 
Soy un océano negro, ancho e inquieto
fluyendo e hinchándome, aguanto la marea.

Dejando atrás noches de terror y miedos
Me levanto.
En un amanecer de una claridad maravillosa
Me levanto.
Portando los regalos que mis antepasados dieron,
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Yo me levanto.
Me levanto.
Me levanto.



5

La vida es tan sencilla … – Gabriel Celaya

La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,
se basta a sí misma.
¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá -somos humanos- alabar
y cantar
a los que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
No hay razón ni más allá.
¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.



6

Oda a las cosas rotas – Pablo Neruda

Se van rompiendo cosas
en la casa
como empujadas por un invisible
quebrador voluntario:
no son las manos mías,
ni las tuyas,
no fueron las muchachas
de uña dura
y pasos de planeta:
no fue nada y nadie,
no fue el viento
no fue el anaranjado mediodía
ni la noche terrestre,
no fue ni la nariz ni el codo,
la creciente cadera,
el tobillo,
ni el aire:
se quebró el plato, se cayó la lámpara,
se derrumbaron todos los floreros
uno por uno, aquél
en pleno octubre
colmado de escarlata,
fatigado por todas las violetas,
y otro vacío
rodó, rodó, rodó
por el invierno
hasta ser solo harina
de florero,
recuerdo roto, polvo luminoso.
Y aquel reloj
cuyo sonido
era
la voz de nuestras vidas,
el secreto
hilo
de las semanas,
que una a una
ataba tantas horas
a la miel, al silencio,
a tantos nacimientos y trabajos,
aquel reloj también 
cayó y vibraron
entre los vidrios rotos
sus delicadas vísceras azules,
su largo corazón
desenrollado.

La vida va moliendo
vidrios, gastando ropas,
haciendo añicos,
triturando
formas,
y lo que dura con el tiempo es como
isla o nave en el mar,
perecedero,
rodeado por los frágiles peligros,
por implacables aguas y amenazas.

Pongamos todo de una vez, relojes,
platos, copas talladas por el frío,
en un saco y llevemos
al mar nuestros tesoros:
que se derrumben nuestras posesiones
en un solo alarmante quebradero,
que suene como un río
lo que se quiebra
y que el mar reconstruya
con su largo trabajo de mareas
tantas cosas inútiles
que nadie rompe
pero se rompieron.


Ver también: 21 Poemas tristes de escritores famosos



7

La Calle – Octavio Paz

Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.



8

Residua – Ida Vitale

Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.

De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.

De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?



9

Una pregunta – Robert Frost

Una voz dijo: mírenme en las estrellas
y díganme con sinceridad, hombres de la tierra,
si todas las cicatrices del cuerpo y el alma
no fueron poco precio a pagar por estar vivo.


Ver también: 25 Poemas Cortos para Iniciarte en la Poesía



10

Oportunidad – Berton Braley

Estás herido por la duda y el desaliento
¿Y piensas que para ti no hay oportunidad, hijo?
¿Por qué? Los mejores libros todavía no se han escrito
La mejor carrera no se ha corrido
La mejor puntuación no se ha marcado
La mejor canción aún no ha sido cantada
La mejor melodía todavía no ha sido tocada
¡Anímate, el mundo es joven!

¿No hay oportunidades? El mundo está ansioso por 
cosas que deberías crear
Su reserva de riqueza verdadera sigue siendo escasa,
sus necesidades son grandes y no se detienen.
Este anhela más belleza y poder
más risas, más amor, más romance,
más lealtad, trabajo y deber,
¡No hay nada más que oportunidades!

Porque el mejor verso no ha sido rimado,
La mejor casa no ha sido planeada
La mayor altura no ha sido escalada
Los ríos más poderosos no han sido cruzados
No te preocupes, corazón débil,
las oportunidades recién empiezan,
Porque los mejores empleos todavía no inician
Y el mejor trabajo no se ha hecho.



11

Autobiografía – Ángel Guinda

Me preguntas por mi vida a bocajarro.
¿Qué puedo responder? ¿Con qué y de qué modo?
Lo que sé de mi vida lo borra cuanto no sé de ella:
las palabras no alcanzan, los recuerdos confunden. 
Mi vida es lo que he hecho,
he deshecho, he dejado de hacer.
Para saber de mi vida piensa en la muerte;
piensa en ti que estás viva y has de sobrevivirme.
No sé si tendré tiempo
para vivir lo no vivido, para matar lo que viví,
para vivir la muerte antes de que me muera.
Mi vida recibe instrucciones de otras vidas
anteriores a mí, a las que sirvo
como fiel sucesor, y en mí reviven
– no tengo ojos sino para lo que no veo.
Mi vida es una noche que a la luz no se adapta,
un astro fugitivo extraviado en la tierra;
es también la palabra que aún no me encontró,
el mensaje misterioso que no descifraré.
Aunque mi verdadera vida tal vez se inventará. 



12

Sentir intensamente la vida, haber amado – Francisco Villaespesa

Sentir intensamente la vida. Haber amado
y haber sufrido mucho, tener el alma ciega
esperando en la sombra una luz que no llega
o empeñada en dar vida a un sueño ya pasado.

Amar lo fugitivo. Enamorarse de una 
sonrisa, de una sombra… Sentir la poesía
de alguna melancólica y lejana armonía
que, de un balcón abierto, vuela bajo la luna.

Despreciar lo mezquino. Hacer con loco empeño
del ensueño la vida y de la vida ensueño…
Extenuarse en una larga caricia loca;
y al final de una tarde magnífica y florida,
esfumarse en el cielo, abandonar la vida
con un sonoro verso de amores en la boca.


Ver también: 32 Poemas de amor cortos y originales para dedicar



13

¿Qué es nuestra vida? – Sir Walter Raleigh

¿Qué es nuestra vida? La obra de teatro de la pasión.
¿Nuestra alegría? La música de la división:
los vientres de nuestras madres son el camerino 
donde nos vestimos para la comedia corta que es la vida.
El mundo es el escenario; el espectador es el Cielo
que se sienta y mira juicioso a quienes no actúen bien.
Las tumbas que nos ocultan del sol abrasador
son como el telón que se corre cuando termina la obra.
Y así partimos, actuando, hasta nuestro último descanso
y luego morimos en serio, no en ficción.



14

Recinto – Carlos Pellicer

Vida, 
ten piedad de nuestra inmensa dicha.
De este amor cuya órbita concilia
la estatuaria fugaz de día y de noche.
Este amor cuyos juegos son desnudo
espejo reflector de aguas intactas.
Oh, persona sedienta que del brote
de una mirasda suspendiste
el aire del poema,
la música riachuelo que te ciñe
del fino torso a los serenos ojos
para robarse el fuego de tu cuerpo
y entibiar las rodillas del remanso.
Vida,
ten piedad del amor en cuyo orden
somos los capiteles coronados.
Este amor que ascendimos y doblamos
para ocultar lo oculto que ocultamos.
Tenso viso de seda
del horizonte labio de la ausencia,
brilla.
Salgo a mirar el valle y en un monte
pongo los ojos donde tú a esas horas
pasas junto a recuerdos y rocío
entre el mundo clamor de egregias rosas
y los activos brazos del estío.



15

Vidas – Ángel Guinda

Hay quien hace de su vida una frontera.

Otros la comparten como aire, luz,
o la levantan sobre un campo de minas.

Quien la deja al azar,
y el que a control severo la somete.

Algunos imitan la vida de sus héroes.

Y hay quienes la embalsaman en un búnker de oro.

Todas las vidas trabajan para la muerte. 


Esta recopilación de poemas sobre la vida pretende acercarnos más a la poesía porque con pocas palabras los poetas son capaces de hacernos reflexionar sobre la existencia o hacernos dar cuenta de situaciones que muchas veces pasan desapercibidas.

Si has escrito un poema sobre la vida, puedes compartirlo en la caja de comentarios. Gracias por visitar Versos Libres.