32 Poemas de amor cortos y originales para dedicar

Si buscas poemas de amor para dedicar has llegado al sitio indicado. Estos poemas de amor son ideales para expresar lo que sentimos a las personas que más queremos.

A continuación, te compartimos 32 poemas de amor cortos y fáciles de entender. Muchos son poemas inéditos y originales escritos por Carlos Henríquez (@hente__), del equipo de Versos Libres. También recopilamos otros versos de amor escritos por poetas y poetisas hispanohablantes famosos.

En el caso de los poemas famosos, se menciona el autor junto al título, los que no lo mencionan son inéditos.

Poemas de amor cortos

En esta sección encontrarás poemas de amor cortos. Algunos de estos son nuevos y originales, otros fueron escritos por autores famosos.

Me dices Te Quiero

Me dices “te quiero” cuando me besas
Te digo “te quiero” con un suspiro
Me pides que viva una vida hermosa
Te digo que solo puedo si es contigo

Mi Regalo

Quisiera regalarte una estrella,
un palacio que te sirva de morada
Oro, diamantes, perlas
Una diadema para que adorne tu cara
Pero no tengo más regalo para darte
que un espacio en mi mente
donde vives, tú, mi amor
tu alma, tu esencia y tu suerte

Versos de Amor (1) – María Monvel

Dentro de todo es dulce
vivir como yo vivo
pendiente de tu amor
como un globo cautivo.

Corre el mundo a mis pies,
Pero yo no lo siento:
sólo tu amor me agita
como un ligero viento.

Tú de lejos sostienes
tus hilos temblorosos,
yo de lejos te envío
sonrisas y sollozos…

Amar

‘Amar’ es más que cuatro letras
Amar es buscar tu calor en cada
noche fría.
Amar es conquistarte cada día
y saberme de memoria tu silueta

Por una mirada un mundo – Gustavo Adolfo Bécquer

Por una mirada un mundo;
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!

Poemas de amor originales e inéditos

Todos los poemas de amor de esta sección son originales. Puedes copiar y pegar estos versos para dedicarlos.

Diferentes pero Juntos

Hay algo en tu modo de actuar
que me enloquece
Hay un brillo en tu mirada
que me llama cuando anochece
Hay miles de razones que nos dividen
tú siempre buscas aguas calmas
y yo con mi barco a la deriva.
Tú con tus ideas claras
tus labios seductores
tu mirada perdida

No preguntes por el futuro

Me preguntas si te amaré por siempre
y yo no puedo responderte
Sé que saldrá el sol por la mañana
que lloverá en agosto, como siempre.
Mas no sé si la gracia besará nuestro destino
Si una noche me llamará la muerte
Si un día el tiempo nos será esquivo
Solo sé que encontrarnos en este mundo es una suerte
Y que agradezco a Dios por ponerte en mi camino

Un Instante

No recuerdo qué vestías
el día en que nos conocimos.
No recuerdo una sola palabra
que saliera de tu boca.
Solo recuerdo tus ojos
chocando con los míos
y cómo desde entonces
mi espíritu te invoca.
Como dos huérfanos
buscando nuevas tierras,
hiciste de mis ojos
tu morada.
Y supe entonces que
encontraría todo
si me perdía en tu mirada.

Preguntas

Deja de esconder tu corazón
Amor mío
Cesa de poner
barreras,
de alzar murallas
De negar la suerte
que nos depara
De decir cosas
cuando te callas
Bota ya tus miedos
Y mírame a la cara
Es que
¿a mi lado
sientes frío?
O no hay
más espacio
en tu morada?

Atrévete a quererme

sin importar qué diga el resto
nadie erige monumentos
a los amores que no fueron.
Lo que es ‘casi’ es no ‘es’
realmente.
Nadie cuenta la historia
de dos cobardes sin suerte.
Por eso atrévete,
atrévete a quererme

Antes de ti

No sé cuál fue la señal
que te trajo a mi vida.
Quizá fueron las migajas
de nuestras desdichas compartidas
las que formaron el puente.
No se entiende la calma sin la tormenta.
El norte sin el sur,
el futuro sin el presente.
Mi morada era una cárcel solitaria.
Un santuario a la desdicha,
un refugio de lo inerte.
Contigo ahora soy completo: yo
no tenía nada antes de conocerte.

Quiéreme

No pidas que te diga cuánto te amo
con palabras
Son las acciones las que más hablan
Sonidos huecos, partículas semánticas que
no dicen nada.
Quiéreme
con tu compañía entera
Quiéreme al fin:
todo o nada

Insomnio

Cuando pienso en ti,
tiemblan mis raíces.
Tus besos incompletos pesan
más en mis sueños
(insomnio)
Pero, entre tú y yo,
ahora que te he encontrado,
ya no quiero dormirme.
Las heridas ahora son cicatrices,
te siento en mi carne.
No quiero dormir
y no encontrarte a mi lado.
(Insomnio)

Alas

Trazos de tus recuerdos vuelan
sobre mi cabeza,
como la tinta que se esparce.
Vuelas,
aun vuelas por esos senderos
decorados por nuestras pisadas.
Vuelas, pero ya no pisas.
Como una pieza perdida, hoy te añoro
Mas dejo que vueles libre, lo que fuera
nuestro sendero, ahora es mi escondite.

Poemas de amor famosos

Si lo que deseas son poemas de autores célebres, aquí te compartimos una recopilación de poemas de amor escritos desde la perspectiva de hombres y mujeres con gran talento.

Tengo hambre de tu boca (Soneto XI) – Pablo Neruda (fragmento)

Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.

Estoy hambriento de tu risa resbalada,
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra.

Te amo ¿Por qué me odias? Rosalía de Castro

– Te amo… ¿Por qué me odias?
– Te odio… ¿Por qué me amas?
Secreto es éste el más triste
y misterioso del alma.

Mas ello es verdad… ¡Verdad
dura y atormentadora!
– Me odias, porque te amo;
te amo, porque me odias.

Teoría de Conjuntos – Mario Benedetti

Cada cuerpo tiene
su armonía y
su desarmonía.
En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa.
En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.

Me tienes y soy tuya – Ángela Figuera Aymerich (fragmento)

Me tienes y soy tuya. Tan cerca uno del otro
como la carne de los huesos.
Tan cerca uno del otro
y, a menudo, ¡tan lejos!

Al Perderte… Ernesto Cardenal

Al perderte yo a ti
Tú y yo hemos perdido:
Yo porque tú eras
Lo que yo más amaba
Y tú porque yo era
El que te amaba más.
Pero de nosotros dos
Tú pierdes más que yo:
Porque yo podré amar a otros
Como te amaba a ti
Pero a ti no te amarán
Como te amaba yo

Tu Nombre – Jaime Sabines

Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.

Quien Alumbra – Alejandra Pizarnik

Cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

Contigo – Luis Cernuda

¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?
Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.

¿Y mi vida?
Dime, mi vida
¿qué es, si no eres tú?

Desvelada – Gabriela Mistral

Como soy reina y fui mendiga, ahora
vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
“¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!”

Quisiera hacer las marchas sonriendo
y confiando ahora que has venido;
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños “¿No te has ido?”

Cuando llegues a amar… Rubén Darío

Cuando llegues a amar, si no has amado,
sabrás que en este mundo
es el dolor más grande y más profundo
ser un tiempo feliz y desgraciado.

Corolario: el amor es un abismo
de luz y sombra, poesía y prosa,
y en donde se hace la más cara cosa
que es reír y llorar a un tiempo mismo.

Lo peor, lo más terrible,
es que vivir sin él es imposible.

Dos Cuerpos – Octavio Paz

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Muchacho – Carilda Oliver Labra

Muchacho loco: cuando me miras
solemnemente, de arriba a abajo,
siento que arrancas tiras y tiras
de mi refajo.

Muchacho cuerdo: cuando me tocas
como al descuido la mano, a veces,
siento que creces
y que en la carne te sobran bocas.

Y yo tan seria, tan formalita
Tan buena joven, tan señorita,
para ocultarte también mi sed

te hablo de libros que no leemos,
de cosas tristes, del mar con remos;
te digo: usted…

Las Caricias – Manuel Altolaguirre

¡Qué música del tacto
las caricias contigo!
¡Qué acordes tan profundos!
¡Qué escalas de ternuras,
de durezas, de goces!
Nuestro amor silencioso
y oscuro nos eleva
a las eternas noches
que separan altísimas
los astros más distantes.
¡Qué música del tacto
las caricias contigo!

Amor Eterno – Gustavo Adolfo Bécquer

Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme en su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.

Me desordeno, amor, me desordeno… – Carilda Oliver Labra

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

Claribel Alegría – Ese beso de ayer

Ese beso de ayer
me abrió la puerta
y todos los recuerdos
que yo creí fantasmas,
se levantaron frescos
a morderme.

Amemos – Amado Nervo

Si nadie sabe ni por qué reímos
ni por qué lloramos;
si nadie sabe ni por qué vivimos
ni por qué nos vamos;
si en un mar de tinieblas nos movemos,
si todo es noche en derredor y arcano,
¡A lo menos, amemos!
¡Quizá no sea en vano!

Tiempo de Amor- Claribel Alegría

Sólo cuando me amas
se me cae esta máscara pulida
y mi sonrisa es mía
y la luna, luna
y estos mismos árboles
de ahora
este cielo
esta luz
presencias que se abren
hasta el vértigo
y acaban de nacer
y son eternos
y tus ojos también
nacen con ellos
tu mirada
tus labios que al nombrarme
me descubren.
Sólo cuando te amo
sé que no acabo en mí
que es tránsito la vida
y que la muerte es tránsito
y el tiempo un carbúnculo encendido
sin ayeres gastados
sin futuro.

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